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Viticultura biodinámica

La terminología sobre agricultura biodinámica resulta desconocida para el publico no especializado. La base de este movimiento está en el ciencia espiritual que promovió el filósofo Rudolf Steiner (1861-1925) a finales del siglo XIX y principio del siglo XX. El que fue impulsor del modelo de las prestigiosas Escuelas Waldorf, puso las bases también para establecer una relación participativa del hombre con la tierra.

Para Steiner, la tierra es un órgano vivo que debe mantenerse en un estado vital y fértil de forma natural.

A principio del siglo XX, surgió en Europa un colectivo de campesinos inquietos que habían notado la degeneración de la fertilidad de la tierra y de la calidad nutritiva de los alimentos que cultivaban en ella. A partir de las dudas que estos agricultores plantearon, Steiner organizó unas jornadas de trabajo en Koberwitz (República Checa) donde se abrió el camino hacia una nueva relación entre el hombre y la tierra, con respeto por todo aquello que está vivo, por todo lo que hay de espiritual y anímico en cada planta y el suelo en el que crece.

Loxarel forma parte de la asociación TerraDinàmica,  la única asociación agrícola biodinámica de Catalunya legalizada desde 2008 que promueve, fomenta y desarrolla el uso de esta técnica para el cultivo de productos de la tierra. 

Authentic Tradition

La agricultura biodinámica incorpora rotaciones de cultivo pensadas y adecuadas al clima, el control mecánico de las malas hierbas, el control de las enfermedades mediante minerales y otras plantas, y el estiércol como fertilitzante natural de la tierra.

La influencia de la luna

De la misma manera que reconocemos la influencia de la Luna en las mareas, la influencia de los ciclos lunares en la tierra son evidentes. La vitalidad de las plantas aumenta con la luz creciente de la Luna llena, y se reduce con la Luna nueva. Cuando la Luna está en posición ascendente, crece la actividad de la parte aérea de las plantas, mientras que con la Luna descendente, la actividad se centra en la raíz. La viticultura biodinámica se rige por la posición de la Luna frente a cada una de las doce constelaciones antes de actuar en el viñedo o en la bodega.


Luna creciente

A medida que nos acercamos a la Luna llena, aumenta la vitalidad de las plantas. La cepa tiene más fuerza para luchar contra las plagas y enfermedades, la uva que se obtiene transmite más vitalidad a los vinos. Durante la Luna creciente, el compost se calienta más fàcilmente y los preparados suelen tener más calidad.

Sabemos que la Luna está en fase creciente cuando la parte luminosa dibuja un semicírculo en forma de D. La fase de Luna creciente acaba con la Luna llena.


Luna menguante

Cuando mengua la luz de la Luna, también mengua la vitalidad de las plantas, y los colores, olores y sabores son más intensos, más perceptibles. Las propiedades dietéticas y medicinales de la uva son más pronunciadas, pero es más difícil conservar el frescor del racimo acabado de vendimiar. Los períodos de Luna menguante son buenos para embotellar. Y, en el viñedo, los tratamientos naturales para controlar las plagas son más eficientes.

Sabemos que la Luna se encuentra en fase decreciente cuando la parte luminosa dibuja un semicírculo en forma de C. La fase de la Luna menguante acaba con la Luna nueva.


Luna ascendente

Cuando la Luna se encuentra en fase ascendente, la actividad de la cepa se concentra en la parte aérea, en la parte que se ve por encima de la tierra. Es un buen momento para injertar o vendimiar, y es preferible no podar en esta fase.

Sabemos que la Luna está en fase ascendente cuando, al observarla dos días seguidos, podemos afirmar que al pasar por la misma vertical está más arriba que el día anterior.


Luna descendente

Cuando la Luna se encuentra en fase descendente, la actividad de la planta se concentra en las raíces. Es un buen momento para podar las cepas, labrar, plantar o esparcir compost.

Sabemos que la Luna está en fase descendente cuando, al observarla dos días seguidos, podemos afirmar que al pasar por la misma vertical está más abajo que el día anterior.

El calendario biodinámico

El calendario biodinámico se rige fundamentalmente por la posición de la Luna delante de las constelaciones. Esta posición determina si el día es fruto, raíz, flor o hoja. Y esto marca el trabajo que hay que hacer en el viñedo o en la bodega.

fruto

fruitEs día fruto cuando la Luna se encuentra en una constelación de fuego (Aries, Leo o Sagitario). En este momento, la actividad de las plantas se centra en la elaboración del fruto. El vino potencia los aromas de la fruta y los derivados de una elaboración cuidada para conseguir la perfecta adaptación de la variedad al terruño.

raiz

arrelÉs dia arrel quan la Lluna està en una constel·lació de terra (Taure, Verge o Capricorn). La planta dóna prioritat a les arrels, i en els vins se subratllen els matisos tànics i el caràcter singular de la varietat adaptada un sòl específic (la mineralitat).

arrelEs día raíz cuando la Luna está en una constelación de tierra (Tauro, Virgo o Capricornio). La planta da prioridad a las raíces, y en los vinos se subrayan los matices tánicos y el carácter singular de la variedad adaptada a un suelo específico (la mineralidad).

flor

florEs día flor cuando la Luna está en una constelación de aire (Géminis, Libra o Acuario). Las flores ganan prioridad y el vino potencia los matices más florales, que se expresan con intensidad.

hoja

fullaEs día hoja cuando la Luna está en una constelación de agua (Cáncer, Escorpio o Piscis). La planta potencia la actividad en las hojas. En el vino se remarcan los aromas vegetales, herbáceos, que resultan muy interesantes en los vinos blancos, y no son demasiado interesantes en los tintos.