Los vinos de Loxarel son ecológicos y biodinámicos; respiran paisaje, recogen la esencia de aquello que los rodea. En la bodega de Vilobí del Penedès, descansan vinos de ánfora, vinos naturales con carácter, espumosos con personalidad y vinos de variedades autóctonas que vuelven a brillar en las filas de cepas del Penedès después de muchos años en el olvido.

La xarel·lo, la xarel·lo roja, la garnatxa, la macabeo, y la parellada son las variedades estrella de la bodega
Loxarel introdujo el ánfora como un elemento privilegiado de la bodega en 2012. Así recuperó una tradición con más de 3.000 años de historia, volviendo a dar valor a un envase noble, que deja respirar el vino y lo mantiene fresco. El primer vino que pasó por las ánforas en Loxarel fue el Xarel·lo 2013, que maceró en ánforas de 720 litros. Este proceso dibujó un camino que se ha consolidado en diferentes referencias de la marca.


El espíritu innovador de Loxarel ha llevado a la bodega a ser pionera en la elaboración de un monovarietal de xarel·lo roja, a trabajar la xarel·lo en ánfora, y a sacar al mercado un espumoso con 109 meses de crianza sin degollar para ser más fieles a la expresión del viñedo.


En 2011, la bodega Loxarel abrió una línea de vinos naturales (sin sulfitos añadidos) que se elaboran a partir de un gran trabajo en el viñedo y la mínima intervención en la bodega. Estas botellas expresan intensamente la conjunción astral entre el hombre y la viña en cada momento, y transmiten el territorio con fuerza y personalidad, y son un gran exponente de la vitivinicultura biodinámica.
De esta misma línea nacieron los ancestrales A Pèl y Barba-roja, espumosos divertidos para compartir en los buenos momentos.
El proceso de elaboración
Un buen vino es como la buena cocina: lo más importante es la materia prima. En nuestro caso, el viñedo. El suelo y su composición, el paisaje, la fauna y la climatología transmiten unas características y una información determinada.
Para transmitir toda esta información a cada una de nuestras botellas, en Loxarel intentamos ser tan respetuosos como podemos con nuestro entorno, el paisaje, y los viñedos que ven crecer nuestras uvas.
A lo largo del año aplicamos tres preparados biodinámicos: el preparado 500 que se obtiene enterrando los cuernos llenos d’estiércol de vaca; el preparado 501 que consiste en la aplicación de sílex en una dosis mínima —5gr/ha—; y el preparado de ortiga fresca, que actúa como antiséptico. Estos tratamientos se hacen con esmero para mantener la tierra viva.
La cuatro etapas más importantes del proceso son:

Poda de invierno
Se lleva a cabo durante los meses más fríos y consiste en cortar los brotes nuevos, dejando dos o tres yemas. Este proceso es muy importante, ya que nos permite regular la producción. En función del número de yemas obtendremos más o menos cantidad de uva.

Poda en verde
Se lleva a cabo entre los meses de mayo y julio, y consiste en la eliminación de los rebrotes y algunas hojas que tapan la uva y dificultan la aireación y la exposición al sol de la fruta. Esta acción favorece la buena maduración del grano. Se puede realizar de forma manual o mecánica. En Loxarel, la poda en verde la hacemos con un rebaño de 250 ovejas que se comen las hojas sin tocar la fruta, ya que en esta época del año, la fruta aún no ha madurado y es muy ácida y astringente.

Vendimia
Éste es el momento más esperado. El momento óptimo para iniciar la vendimia lo marca el grado de maduración. La uva debe recogerse sólo cuando ha madurado. Ni antes ni después. En Loxarel la vendimia se hace de forma totalmente manual. Colocamos la uva en cajas pequeñas o en remolques de poca capacidad para evitar la oxidación ràpida o que el grano se estropee.

Elaboración
El vino es una bebida noble, con más de 5.000 años de historia. En Loxarel, con el ansia de respetar al máximo el trabajo realizado en los viñedos, trabajamos nuestros vinos mediante procesos simples y honestos, con la mínima intervención y la mínima adición posible de productos químicos o de síntesis.